Carl Sagan:
"Eso es aquí, ese es nuestro hogar. Somos nosotros. En él, todos aquellos a los que queremos, todos a los que conocemos, todos aquellos a los que hemos oído hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido sus vidas. La suma de nuestra felicidad y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas. Cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y cada padre, cada niño con esperanza, cada inventor y explorador, cada profesor de valores, cada político corrupto, cada superestrella, cada líder supremo, cada santo y cada pecador de la historia de nuestra especie ha vivido ahí. En una mota de polvo suspendida sobre un rayo de luz del Sol.
La Tierra es un escenario muy pequeño, en un enorme ruedo cósmico. Piensen en los ríos de sangre derramada por todos aquellos generales y emperadores, para que con su gloria y su triunfo pudieran llegar a convertirse en dueños momentáneos de una fracción de un punto. Piensen en la crueldad presenciada por los habitantes de una esquina de ese píxel e infligida sobre los apenas distinguibles habitantes de cualquier otro rincón. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuántas ganas de matearse los unos a los otros, cuán ferviente su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginaria importancia, la ilusión de que tenemos alguna posición privilegiada en el universo, todo eso se ve cuestionado por ese punto de luz pálida. Nuestro planeta es una mota solitaria en la enorme y envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esa inmensidad, no hay ningún indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
De momento, la Tierra es el único mundo conocido que se sabe que alberga vida. No hay ningún otro lugar, por lo menos a corto plazo, al que pueda migrar nuestra especie. Visitar, sí, asentarse, aún no. Nos guste o no, de momento la Tierra es el lugar en el que podemos sobrevivir.
Se ha dicho que la astronomía es una experiencia humilde que forja el carácter. Quizá no haya mejor demostración de lo absurdo de la arrogancia humana que esta imagen tan lejana de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya la responsabilidad que tenemos de tratarnos los unos a los otros con más amabilidad y de preservar y cuidar mejor ese pálido punto azul, el único hogar que hemos conocido jamás."